Un llamado profético para quienes sienten que su vida espiritual se detuvo. A través del mensaje de Hageo, esta predicación nos invita a examinar el corazón, reconocer la obra que quedó a medias y volver a poner a Dios en el centro.
El texto revela cómo el pueblo se ocupó de todo… menos del altar, produciendo cansancio, vacío e insatisfacción. Pero Dios responde con promesa: “Mi Espíritu está con ustedes; no teman”. Este mensaje nos recuerda que la gloria venidera será mayor, que Jesús trae vino nuevo donde hubo escasez, y que el templo de nuestra vida puede ser reconstruido si volvemos al Señor con diligencia y fe.
Esta predicación revela cómo la paz y la verdad de Dios transforman momentos de crisis en testimonios de victoria. A través de la historia de Ester, vemos que en cada detalle y cada circunstancia difícil, Dios está obrando con propósito.
Ester no solo enfrentó sus miedos, sino que dejó de lado excusas para cumplir el llamado que Dios le había dado “para tal tiempo como este”. Este mensaje nos invita a examinar nuestro corazón, dejar de justificar nuestra inacción y asumir el propósito que el Señor ha puesto en nuestras manos.
Vivir en paz y verdad es vivir en obediencia, valentía y confianza plena en Aquel que dirige cada paso de nuestra vida.