El Ejército Evangélico de Chile (EECh) es una corporación evangélica–pentecostal nacida en Santiago en 1933, en medio de un Chile que recién comenzaba a conocer el avivamiento pentecostal y la predicación callejera como forma de misión. Fue fundado por el pastor Genaro Ríos Campos, quien, movido por un fuerte llamado misionero, inició la obra en un pequeño local en calle O’Higgins, para luego trasladarse a locales más amplios en calle Colón y posteriormente en calle Vivaceta, al norte de la capital, acompañando el rápido crecimiento de la congregación.
Desde sus primeros años, el sello del Ejército Evangélico de Chile fue la evangelización en las calles y espacios públicos. Sus cultos y predicaciones se realizaban, por ejemplo, a orillas del río Mapocho frente al antiguo Teatro Balmaceda, y en la Quinta Normal, donde se reunían multitudes para oír el mensaje del Evangelio.
En ese contexto, el 21 de mayo de 1936 se bendijo el uniforme y el estandarte institucional: la paloma como símbolo del Espíritu Santo, el escudo como expresión de la patria donde nace la obra y los leones como referencia al “León de la tribu de Judá”. Ese mismo año se creó el periódico “El Tiempo es Cumplido”, que se transformó en una herramienta de enseñanza y comunicación interna de la misión.
El impulso misionero llevó pronto a la apertura de nuevas iglesias. En 1937, de camino a Valparaíso junto a un grupo de hermanos, el Director Fundador compuso la letra del himno oficial del Ejército Evangélico de Chile, que fue entonado por primera vez en la plaza Echaurren y más tarde en la inauguración de una segunda iglesia en la misma ciudad.
Hacia fines de la década de 1930 la obra ya se extendía a Talcahuano, Rancagua, Talca y Valdivia, levantando congregaciones en distintos puntos del país gracias a misioneros que dejaron hogares y trabajos para recorrer Chile predicando a Cristo.
En 1943 se organizó la agrupación femenina “Clase Dorca”, liderada por la hermana Elcira Barría, que unió servicio espiritual y ayuda material a los necesitados, colaborando incluso en la construcción de templos junto a los varones.
Tras la partida del pastor Genaro Ríos Campos en 1953, la institución atravesó un periodo de transición con distintos generales a cargo, pero mantuvo un fuerte dinamismo misionero. En ese mismo año, en Talcahuano, nació el “Grupo Ciclista”, Hombres evangelistas que recorría zonas rurales de difícil acceso llevando apoyo y predicación a las iglesias de la corporación.
En 1956 asumió como Director General el pastor José Segundo Pérez, cuyo liderazgo marcó una etapa de consolidación doctrinal, organizacional y de expansión territorial. Más adelante, su esposa, la pastora Griselda Ovalle Bello, se transformaría en una figura clave: desde la Clase Dorca impulsó reglamentos, formación bíblica y la visibilización del liderazgo femenino en la vida de la iglesia.
Bajo este gobierno espiritual se construyó el templo central de Santiago en la década de 1970 y, posteriormente, se levantó un nuevo Templo Central en Talcahuano, en avenida Colón 2896, con capacidad para alrededor de mil personas, que pasó a ser sede principal de la misión.
El 14 de junio de 1981 se aprobaron nuevos reglamentos que formalizaron estructuras como el Directorio General, el Estado Mayor y el Cuerpo Ejecutivo de Pastores, junto con el desarrollo de una sede de formación teológica para pastores y líderes.
En los años siguientes se creó un departamento de bienestar que estableció un seguro de vida para pastores, se impulsó el Instituto Bíblico institucional (IBEECH) en Talcahuano y se reforzó la organización interna de la misión. Tras 47 años de servicio como Director General, el pastor José S. Pérez fue llamado a la presencia del Señor en 2003; conforme a su voluntad y a acuerdos previos de la iglesia, la pastora Griselda Ovalle fue ungida como nueva Directora General y posteriormente confirmada por elecciones internas en 2006.
Hoy, con más de 92 años de Historia, el Ejército Evangélico de Chile, Dirigido por el Director General Pastor Arturo Gómez Salazar, junto a su esposa la Pastora Iris Bocaz Montalba, se reconoce como parte de las iglesias pentecostales chilenas, con presencia en distintas ciudades y localidades del país, desde grandes centros urbanos hasta comunas y pueblos donde su testimonio forma parte importante del tejido cristiano local.
Las iglesias de la Corporación Ejército Evangélico de Chile están repartidas a lo largo del país, desde grandes centros urbanos hasta pequeñas localidades, donde cada congregación busca ser un lugar de “luz” al servicio de Dios y de las personas. Cada iglesia mantiene el mismo fundamento doctrinal y espiritual de la Misión, pero se encarna en la realidad de su barrio, su comuna y su gente.
En ellas se desarrollan cultos de adoración, enseñanza bíblica, evangelización, discipulado y trabajo con niños, jóvenes, matrimonios y adultos mayores. Muchas congregaciones también realizan acciones sociales como apoyo a familias vulnerables, visitas a enfermos, ayudas solidarias y misiones locales entendiendo que el Evangelio se predica tanto con palabras como con hechos.
La Corporación cuenta con un orden interno claramente definido, que busca resguardar la buena administración de la obra y el cuidado pastoral de cada congregación. En la cúspide se encuentra el Directorio, mandatado y presidido por el Director General, quien ejerce la máxima autoridad espiritual y administrativa de la Corporación. A continuación está el Estado Mayor, compuesto por los Pastores Presbíteros de los distintos Distritos, quienes colaboran estrechamente con el Directorio en la conducción general de la obra, la toma de decisiones y la coordinación de proyectos a nivel nacional.
Se organiza territorialmente en 29 Distritos, cada uno de ellos dirigido por un Pastor Presbítero, responsable de pastorear a los Pastores locales y a su vez acompañar, supervisar y apoyar a las iglesias que forman parte de su sector. Finalmente, en la base de la estructura se encuentran las Iglesias Locales, cada una confiada a un matrimonio pastoral, que asume la labor directa de pastorear, discipular, evangelizar y estar al servicio en su comunidad. De este modo, el Ejército Evangélico de Chile mantiene una organización que combina cobertura nacional y cercanía local, asegurando que cada iglesia sea atendida con orden, respeto a la autoridad espiritual y amor por las almas.
Aunque cada iglesia tiene su propio pastor, equipo de liderazgos y formas de organización interna, todas están unidas bajo la cobertura espiritual y administrativa del Directorio General de la Corporación, participando en encuentros, convenciones y proyectos comunes. De esta manera, el Ejército Evangélico de Chile no es solo un conjunto de templos, sino una familia de iglesias que marchan juntas, anunciando a Jesucristo y sirviendo a Chile con fe y esperanza.
A continuación se disponen algunas Iglesias que pertenecen al Ejercito Evangelico de Chile:
La Iglesia Manantial de Vida del Ejército Evangélico de Chile es una comunidad cristiana que nace el 25 de septiembre de 2009, fundada por los Pastores Antonio Aldea y Mónica Castro. Desde sus inicios, se ha definido como una iglesia centrada en la proclamación del Evangelio de Jesucristo y en la edificación espiritual de las personas, ofreciendo un espacio de adoración, enseñanza bíblica y comunión fraterna.
Su énfasis principal está en el amor como motor del servicio, la esperanza como sostén en medio de las pruebas y la transformación personal como fruto de la obra del Espíritu Santo en cada creyente. La congregación se caracteriza por acoger a personas de distintas edades y realidades, brindando un hogar espiritual donde puedan ser restauradas y guiadas según los principios de la Palabra de Dios.
A lo largo de su desarrollo, Manantial de Vida ha impulsado diversos ministerios y áreas de servicio: alabanza, mujeres, varones, jóvenes, niños, escuela bíblica, intercesión, acción social, comunicaciones, anfitriones, constructores, ciclistas y otros, los cuales contribuyen al crecimiento integral de la iglesia. Asimismo, ha incorporado con fuerza el trabajo digital y multimedia, utilizando sonido, fotografía, iluminación, redes sociales y transmisiones en línea para extender su alcance más allá del templo físico, llevando el mensaje de Cristo a distintos lugares de chile y el Mundo.