La Iglesia Manantial de Vida del Ejército Evangélico de Chile nace el 25 de septiembre de 2009, como resultado de un acto de obediencia al llamado de Dios por parte de los Pastores Antonio Aldea y Mónica Castro. En sus inicios, la congregación se formó de manera sencilla y humilde, pero sostenida por una convicción profunda: proclamar el Evangelio de Jesucristo y edificar la vida espiritual de quienes buscarán acercarse al Reino de Dios.
Desde su formación, la Iglesia Manantial de Vida se ha consolidado como un lugar de adoración, enseñanza y comunión, donde las personas pueden sentirse acogidas, valoradas y desafiadas a una transformación personal por medio de la obra del Espíritu Santo. Entre sus énfasis permanentes se encuentran el amor como fundamento de toda acción, la esperanza como fuerza que sostiene en medio de las pruebas y la transformación de las vidas como evidencia del obrar de Dios.
A lo largo de sus 16 años de existencia, la congregación ha experimentado un crecimiento tanto en número como en madurez espiritual, desarrollo de ministerios y proyección hacia distintas realidades y contextos. Familias completas, personas de diversas edades y hermanos provenientes de diferentes sectores han encontrado en Manantial de Vida un hogar espiritual y un lugar de restauración, orientación y afirmación en la fe cristiana.
La vida comunitaria de la iglesia ha estado marcada por servicios de adoración, discipulados, Tardes de Jovenes, Campamentos y diversas instancias de servicio y formación. Asimismo, los momentos de dificultad han sido parte de su historia, especialmente en tiempos de crisis y cambios, los que no debilitaron la obra, sino que fortalecieron los lazos de fe y recordaron la fidelidad de Dios en todo tiempo.
Un hito relevante en su trayectoria fue el período de pandemia, que representó un desafío directo para la vida congregacional presencial. Este contexto impulsó a la visión de los Pastores de Manantial de Vida a expandirse hacia el ámbito digital, desarrollando y consolidando un equipo de comunicaciones y soporte técnico capaz de servir en áreas como sonido, fotografía, iluminación, diseño gráfico, redes sociales y transmisiones en vivo. Gracias a este proceso de adaptación, la iglesia amplió su alcance más allá de su entorno local, llegando con la predicación y la enseñanza bíblica a hogares, ciudades e incluso a otros países.
Durante estos años han levantado diversos ministerios al servicio de la obra de Cristo, entre ellos: alabanza, mujeres, varones, jóvenes, niños, escuela bíblica, intercesión, acción social, comunicaciones, anfitriones, constructores y ciclistas, entre otros. Cada uno ha contribuido de manera específica al desarrollo integral de la congregación, dejando huellas significativas en la vida de quienes han participado y sirviendo como expresión concreta de los dones y talentos que Dios ha depositado en esta casa.
La historia de la Iglesia Manantial de Vida se comprende, en definitiva, como el resultado de la gracia de Dios obrando a través de hombres y mujeres dispuestos a servir. Lo que han alcanzado por 16 años no se explica solo por la organización o el esfuerzo humano, sino por la fidelidad del Señor que ha guiado y sostenido la obra desde su origen. Al mismo tiempo, la proyección de la iglesia se orienta a seguir siendo un “manantial” que lleva vida, unidad y esperanza, participando activamente de la misión de ser luz en medio de las tinieblas y testimonio del evangelio de Jesucristo en el tiempo presente y futuro.
PASTORES ANTONIO ALDEA Y MÓNICA CASTRO
PASTORES ANTONIO ALDEA Y MONICA CASTRO